miércoles, 31 de marzo de 2010

Eliana Ajo, vida dedicada al teatro cubano

Por Amauris Betancourt.

Eliana Ajo, directora artística del Teatro Comandante “Eddy Suñol”, ha dedicado 45 años de trabajo a la escena cubana. Su trayectoria como actriz, notable para la cultura holguinera, se distingue por su dedicación a las artes escénicas.
El Premio “Alberto Dávalos”, máxima distinción del mundo de las tablas en Holguín en honor al actor con quien trabajó en vida, avala y reconoce la vida profesional de Eleana Ajo quien lo recibió con el aplauso y las muestras de alegría de alumnos y colegas. El Premio se otorga anual e individualmente.

martes, 9 de marzo de 2010

Aquella foto escondida de Korda


Por Leandro Estupiñan

Hola a todos. Quiero compartir esta crónica estupenda de un amigo y colega sobre una de las fotos de mayor preferencia de Korda, si bien su foto más famosa es la de "El gerrillero heroico". Se trata de la foto "La niña de la muñeca de palo."

sábado, 6 de marzo de 2010

La Coubre, Che y Korda inmortalizados

ambego@gmail.com

La explosión del vapor francés La Coubre el cuatro de marzo de 1960 en los muelles de La Habana constituyó un acto vil en contra de la naciente Revolución cubana. La fotografía congeló para la posteridad dos imágenes, entre muchas, de estos actos terroristas.

Una de estas imágenes esta relacionada con la escena del vandalismo directamente y pertenece a José Agraz, fotorreportero cubano, quien trabajó para la revista Bohemia, el periódico Revolución y luego en el diario Granma. El tiró la foto al llegar y se acababa de producir la segunda explosión cuando la gente corre despavoridamente alejándose de la escena.

La otra pertenece a Alberto Díaz, más conocido coma Korda, y se trata de la fotografía “El guerrillero heroico”. Korda cubría como fotorreportero el acto del sepelio de las víctimas de La Coubre e hizo dos obturaciones que le tomaron entre una y otra medio minuto, según cuenta.

El Che estaba colocado en la segunda fila de la presidencia, junto al filosofo Jean Paul Sartré y su esposa, y al inclinarse hacía delante Korda logró congelar esta imagen convertida en su foto más vista y reconocida, aunque personalmente admitió en una entrevista con el famoso periodista Ciro Bianchi, antes de morir, que le gustaba más La niña de la muñeca de palo o El Quijote de la farola.

Esta foto adquiere gran relevancia en 1967 a través del editor italiano Giangiacomo Feltrinelli, quien enviado por la entonces directora de Casa de las Américas, Haydée Santamaría, le pide a Korda antes de la muerte de Guevara, fotos del Che. Korda le cede dos copias de la foto y al morir el Che, Feltrinelli imprime la foto en un cartel de un metro por 70 del cual vendió un millón de ejemplares en seis meses.

La foto, símbolo de uno de los grandes héroes en el siglo XX y emblema de los estudiantes rebeldes, ha encabezado miles de manifestaciones, protestas y se ha publicado en cientos de artículos, en banderas, y en posters. Korda le dio con ella la vuelta al mundo exponiéndola en los más importantes museos y galerías.

Norka, su hija, dice que en 1988 fue cuando se reconoció oficialmente a Korda como el autor de esta foto, si bien otros se la habían adjudicado sin poder probarlo y poco antes de morir Korda la fotografía fue objeto de una disputa legal internacional cuando una agencia de publicidad la usó par promover un Vodka. Al respecto dijo su autor: “Me sentí muy disgustado por la utilización de la fotografía, porque usar la imagen del Che para vender vodka constituye una infamia contra su nombre y contra su memoria. Jamás bebió una copa de nada, él no era bebedor, y la bebida no debería quedar asociada a su imperecedero recuerdo”.

El Korda asociado a La Coubre vuelve a ser noticia. Esta vez con el documental “Sencillamente Korda” del realizador Roberto Chile, quien junto a varios creadores de las artes visuales, resolvieron homenajear a Korda, 50 años después de este acontecimiento que sirvió de escena a esta fotografía que se le hiciera a Ernesto Che Guevara.

El proyecto consiste en el estreno del documental y la exhibición de obras de artes plásticas recreadas en las fotografías de Korda vistas por nueve artistas entre los que se incluyen Nelson Domínguez, Enrique Ávila, William Pérez y Javier Guerra quien tendrá en la foto “El guerrillero heroico” su punto de partida.

El documental comenzará su periplo por La Habana en el Memorial José Martí y luego recorrerá otras galerías en Cuba.

Norte Ruso desde la lente de Smirnov

amauris@radioangulo.icrt.cu

Los paisajes rusos, de belleza natural y exótica, conforman el bagaje visual de muchas generaciones de cubanos en una historia compartida con este país miembro de la otrora Unión Soviética. Las archiconocidas revistas Sputnik alimentaron este imaginario en los que no estudiaron o trabajaron allí.

El fotógrafo ruso Gennady Smirnov quizás ignore esto, sin embargo, con su exposición “El Norte ruso”, lograda con habilidades técnicas y estéticas evidentes, suple la nostalgia y, más que ello, nos ofrece un proyecto artístico fotográfico original e inédito en Holguín.

Smirnov acude al paisaje fotográfico para revelar imágenes de gran valor histórico y de belleza arquitectónica y natural de un área con características peculiares por el clima predominantemente frío y por la riqueza espiritual representada muy bien en las construcciones religiosas vernáculas.

El catálogo de la exposición alude a ese hedonismo mítico arquitectónico que cobra vida a través del lenguaje visual donde el fotógrafo retrata la armonía y la majestuosidad de los monasterios en torno al cuál se levantan comunidades.

Consigue, lente mediante, asimilar los calificativos septentrionales de las tradiciones relacionados con la secularización del ascetismo espiritual.

Y lo logra al excluir, casi en todas las fotografías, el factor humano aunque, cuando la presencia de personas es inevitable, opta por planos generales o de conjuntos donde estas no ocupan protagonismo.

También el uso de los formatos horizontales, recomendados para los paisajes o para destacar la espiritualidad por encima de lo terrenal, propicia en las composiciones lecturas contemplativas donde el sosiego y la paz se manifiestan.

Fotografía también siempre con un ángulo normal para conservar las proporciones reales del entorno donde prioriza las líneas rectas en detrimento de las perpendiculares que le darían una inoportuna dinámica.

Smirnov evita usar los ángulos anchos que alteren la perspectiva o los estrechos que compriman las imágenes con lo que acentúa la representación del escenario tal como es para conferir mayor realismo a las obras, para trasladar esa belleza real lo más cerca posible a nuestras experiencias visuales.

Se nota también el compromiso del artista con lo que quiere lograr en la recurrencia al mismo lugar para retratarlo en las diferentes estaciones del año para someter la luz a sus intereses como se percibe en la serie El ocaso de Solovki y la del Lago Santo.

En otras fotografías construye las composiciones apoyado en elementos naturales a manera de marcos para impregnar profundidad donde el blanco puro de la nieve aplana la imagen.

Smirnov aprovecha asimismo diferentes símbolos para revelar la esencia del norte ruso. Repara en los muros raídos como símbolos alusivos al tiempo; en el cielo, la espiritualidad, destacada con mayor volumen, en la blancura purificadora de la nieve. En las cruces, en el libro como vehículo de transmisión de tradiciones ancestrales, en los vestuarios y en las procesiones que uniforman al ciudadano del precioso norte ruso, porque el invierno los vuelve al interior de los hogares y el verano a la vida comunitaria; sin embargo, las procesiones consiguen unir en una y otra estación.

A pesar de todo esto se notan algunas incoherencias y lagunas, lo cual confirmé en una búsqueda informativa, donde se revelan que el proyecto lo conforman 50 imágenes y no las 22 que se exhiben en la sala Electa Arenal del Centro Provinialde Arte en Holguín.

No obviar que se tratan de paisajes fotográficos cuya principal función es el placer visual y no necesariamente la construcción de un mensaje determinado si bien Gennady Smirnov logra ambas cosas desde un lenguaje técnico-estético fotográfico concebido ex profeso.

La exposición fotográfica El Norte Ruso sirve para motivar la presencia de otros proyectos artísticos de ese país en nuestra ciudad de Holguín y para un acercamiento a una cultura milenaria que enriquecerá el acervo de los artistas locales. Los amantes del arte también se sentirán agradecidos.