
Era media tarde cuando el brazo de agua y viento iba rumbo a la costa. Si llegaba, una segunda fuerza natural podía retorcer lo ya torcido. Las mujeres se horrorizaron. Un niño le preguntó a su papá si soñaban una pesadilla y el padre quiso calmarlo alisándole el peinado. Para él todo estaba muy claro. Pisaban otro peldaño de la realidad que los había engullido desde la noche del domingo cuando Ike se metió entre calles y pasillos con una fuerza descomunal.
Los centros escolares se convirtieron en albergues



Los artistas descendieron con los ojos puestos sobre

La Brigada llegó a la ciudad de Holguín a principios

Aunque bien acogidos, para la Brigada habanera el

Antes de actuar, los artistas hacen cualquier cosa. Los payasos Tontolín y Lintonta reparten agua. El mago Azcuy cuenta anécdotas a los pasajeros más cercanos.

Al propio Ireno le ha impresionado que al descender, la gente lo reconozca en Antilla. “Mira a Ireno”, dice uno. Y en verdad es raro. Ireno no aparece tanto como su voz en la televisión. Pero también la gente sigue su voz, como la siguieron en la escuela “Miguel Salcedo”, una primaria con 170 evacuados, donde se presentó antes de hacerlo en el Parque Central. Los hombres se encaramaron en mesas. Los niños y mujeres hicieron corro alrededor de quienes actuaban. Ireno cantó con su voz íntima: Vamos a caminar, se está poniendo el sol…
En la tarde, el Parque Central estaba lleno de curiosos y los edificios cercanos colmados de un


La tarde era dura. Había un fuerte sol. El mar aparecía en calma. Antilla es un poblado que recuerda sus tiempos de abundancia, cuando era un puerto de valor y en sus tierras rondaba el recuerdo de habitantes tan exóticos como el pirata Wílliam Hasting. En un cerro cercano fueron encontrado una vez dos cemíes: Taguabo (Dios de la lluvia) y Maicabó (dios de la seca).
