El 8 de septiembre es siempre un día especial para la mayoría de los cubanos. No importa si eres practicante o solo crees en ella cuando necesitan resolver algún apuro. Lo cierto es que hasta le más incrédulo alguna que otra vez se ha llevado las manos a la cabeza y ha dicho con su mejor cara de lástima: ¡ay virgencita, ayúdame! Desde el más perdido de lo estudiantes ante una prueba de matemática para la que no ha estudiado nada, hasta el más ilustre médico que sale a cumplir misión y le pide a todos los santos que lo proteja y ampare de todo lo malo.
Si bien es cierto que el día 4 de diciembre hay mares de gente vestida de rojo, el 8 de septiembre la mayoría de los cubanos se pondrá algo amarillo en su ropa, aunque sea un pañuelo, así, como al azar, como quien no quiere las cosas….
En el interior de la iglesia de Barajagua. |
Miles de leyendas se tejen a su alrededor. Apariciones milagrosas, sanaciones hechas gracias a su intersección ante su hijo, y no por ella como quieren justificar los detractores. Yo misma le agradezco todo lo que soy, todo lo que tengo.
Dicen que desde que fue encontrada en las aguas de la Bahía de Nipe, apareció y desapareció de forma misteriosa. En medio de la tormenta su figura surgió seca sobre una pequeña tabla en la que se leía: yo soy la Virgen de la Caridad.
Venido a Barajagua desde el poblado del Cobre a vender imagenes de la Virgen de la Caridad del Cobre. |
A todos mis amigos que leen esto hoy día 8, que la Virgencita bella los bendiga allá donde estén. Que siempre los cubra con su manto protector como buena madre y que su amor nos guarde ahora y siempre.
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